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Intolerancias alimentarias
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Una intolerancia alimentaria, es cuando un alimento no es asimilado por el organismo, generalmente debido a un problema fisiológico como una carencia digestiva, enzimática o metabólica. Suelen presentarse síntomas similares a los de una alergia como nauseas, vómitos y dolor abdominal, sin embargo el sistema inmunológico no interviene en las reacciones que se producen de la misma manera.
La intolerancia se da cuando el cuerpo no puede digerir correctamente el alimento o uno de sus componentes. Las personas que sufren una alergia alimentaria necesitan eliminar el alimento alergénico de su plan alimentario, mientras que las que sufren una intolerancia pueden consumir pequeñas cantidades sin que presenten síntomas, con acepción de los que sufren intolerancia al gluten.
El alimento en general, se eliminará por el tubo digestivo sin haber sido digerido, con consecuencias negativas para el organismo. Algunas intolerancias son de origen genético y otras son adquiridas. En algunos casos desaparecen espontáneamente, sobre todo en los niños cuando crecen.
Se debe procurar detectar precozmente las intolerancias alimentarias en los niños, ya que pueden provocar la mala absorción de nutrientes, trayendo como consecuencias carencias alimenticias y deficiencias en el crecimiento y el desarrollo.
Algunos de los síntomas mas habituales de las intolerancias alimentarias son:
- Trastornos digestivos: dolor abdominal, náuseas, hinchazón del estómago, gases, diarreas, vómitos.
- Cansancio general, fatiga y trastornos psicológicos hasta depresión
- Dolores articulares
- Alteraciones cutáneas
- Trastornos del sueño
- Jaquecas y migrañas
Las intolerancias alimentarias también pueden deberse a alguna sustancia química o aditivo que pueden contener los alimentos en su proceso de elaboración.
Las intolerancias alimentarias también pueden deberse a alguna sustancia química o aditivo que pueden contener los alimentos en su proceso de elaboración.
Las intolerancias alimentarias pueden aparecer hasta 72 horas después de haber ingerido el alimento, y se produce una irritación de las células sanguíneas.
Las células sanguíneas humanas son susceptibles de reaccionar frente aciertos alimentos. Al reaccionar de forma intolerante frente a un alimento, las células sanguíneas liberan sustancias nocivas, agresivas para nuestro organismo y es esta reactividad frente a determinados alimentos la que da la pauta para determinar cuáles producen problemas en nuestro organismo a través del test de Tolerancia Alimentaria que estudia el comportamiento específico de nuestras propias células frente a cada alimento.
Para diagnosticar la intolerancia se realizan la historia clínica, historia nutricional, recordatorio de 24 a 72 horas de lo que comió, pruebas cutáneas, pruebas de sangre y test de intolerancias.
Existen numerosas intolerancias alimentarias, como son la intolerancia a la lactosa, a la fructosa, a la sacarosa, al gluten, etc. En esta oportunidad hablaremos de dos muy comunes.
Intolerancia al gluten
Aquí nos encontramos con la enfermedad celíaca que es una intolerancia permanente al gluten. El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, cebada, centeno, avena. El único tratamiento que existe en la actualidad es el seguimiento de un plan alimentario estricto sin gluten.
La ingestión de pequeñas cantidades de gluten no siempre va acompañada de síntomas clínicos inmediatos (dolor abdominal, diarrea, nauseas, vómitos, malestar general) pero sí produce lesión de las vellosidades intestinales, que ocasionan efectos muy negativos sobre la salud de estas personas (adelgazamiento, malabsorción, retrasos del crecimiento, etc.) y favorece el desarrollo de enfermedades tan severas como la diabetes mellitus tipo I o algunos tipos de cáncer.
Recomendaciones para una dieta sin gluten
- Se eliminará de la dieta cualquier producto que lleve como ingrediente Trigo, avena, cebada, centeno, o productos derivados: almidón, harina, panes, pastas alimenticias, etc.
- Se puede comer todo tipo de alimentos que no contengan gluten en su origen: carnes, pescados, huevos, leche, legumbres, tubérculos, frutas, verduras, hortalizas, grasa comestibles y azúcar.
- Cuando compre productos elaborados o envasados, lea la etiqueta del producto, aunque sea siempre el mismo. Ante la duda de si contiene o no gluten, no lo utilice.
- Como norma general, deben eliminarse todos los productos que no se pueda comprobar sus ingredientes.
- Sea prevenido con las harinas de maíz, arroz, etc. de venta en panaderías o supermercados sin certificar la ausencia de gluten. Estas harinas pueden estar contaminadas si su molienda se ha realizado en molinos que también muelen otros cereales, como trigo o avena.
- No utilice postres preparados industrialmente tipo flanes, natillas, mousse, arroz con leche, etc., si no tiene la seguridad de que no contienen gluten.
- El aceite que se utilice ya sea para freír ó para añadir a un guiso debe ser limpio, ya que si en este se han frito alimentos que contienen gluten contaminará la comida.
- Los utensilios de cocina, planchas, tijeras, superficies deben estar limpias.
- Si tiene las manos manchadas con harina ó pan rallado ó cualquier alimento que pueda contener gluten debe lavárselas cuidadosamente antes de manipular comida. Si utiliza guantes debe cambiárselos previamente.
- No debe aislarse al niño en el comedor escolar por temor a que ingiera gluten tomando alimentos de los platos de los compañeros.
- Si los niños son muy pequeños deben recibir una atención especial de sus cuidadores.
- Puede consumir harinas, pastas, galletas y panes que sean sin gluten.
| | Intolerancia a la lactosa
Se produce una irritación de la mucosa intestinal que provoca reacciones como erupción en la piel, diarrea, vómitos y dolor abdominal. Se debe a una mala metabolización de una azúcar presente en la leche llamada lactosa por parte de las enzimas encargadas de hacerlo. El tratamiento seria un plan alimentario, con leche sin lactosa. Son leches en las que se sustituye la lactosa por otro tipo de azúcar bien tolerado. Los niños se recuperan por completo una vez retirada la lactosa y comienzan a tolerarla posteriormente cuando de nuevo se les incluye en la dieta.
Licenciada en Nutrición y Dietética Liana Andrea Izarra Avendaño M.S.D.S 3406 C.N.D.V 3566 [email protected]
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